domingo, junio 06, 2010

(Sabes perfectamente que todo lo relativo al fracaso y la muerte son sólo ficciones que te ayudan a soltar un poco la mandíbula. Has leído poco, has escuchado poca música y no muy buena, te sientes ignorante y desvalido. No has sabido ser ni general ni hechicero... Tu problema, si se me permite la intromisión, es que te mientes demasiado. Estás muy preocupado de desdibujar tus fantasías y colorear las ajenas, aquellas que desde ciertas esquinas te sorprenden con la mirada "como fija en un absoluto". Te persiguen todos aquellos vapores que se desvanecen tan pronto hacen contacto con la realidad del aire y las piedras.

Has pensado en encerrarte y créeme que no es una buena idea.
No te voy a dar consejos porque no te los mereces. Sin embargo, te voy a remitir a esas apacibles horas de la madrugada cuando tu sensibilidad exagerada y oscura se mezcla con esas bellas intenciones tuyas para con el destino de los hombres y la suerte de las mujeres. Es como si llevases dentro tuyo una porción infinitesimal del cielo matutino.)