miércoles, agosto 15, 2007

De cerca y de lejos, preferencialmente. Salen volando las oraciones de mi cabeza, botando de sus alas la cicatriz nominal. No llevan banderas. No se estrechan la mano. Nunca han sentido lo mismo. Sólo buscan la infinitud, quieren alcanzar la distancia suficiente para que yo no las toque. La luz y el sonido nunca han necesitado llaves. Los camellos caminan de la mano, a plena luz del sol, las bestias y los androides se abrazan, se esclavizan y se liberan. Cualquier símbolo puede traer obstáculos.