domingo, julio 27, 2008

quizás 4

Ha llegado el momento de sentirse culpable. Allá afuera los árboles se secan, hay espectáculos de sangre, hay pequeñeces que se matan a mordiscos. Sus tripas se esconden en la tierra. Les crece musgo. Se instalan las raíces en el fierro.

Mientras tanto, uno se queja en imágenes. Se agotan las palabras en la silla. Un milagro ya sólo consistiría en caminar. Pararse, invitarse uno mismo cordialmente, a la errancia.

Y no hay tiempo que sea tan propio...
Pues se trata de la sequedad misma, la quejumbrosidad del árbol.
La tarea, entonces, es más que mutua, más que pulmonar.

"Agobio", por decir algo, "agobio" salta a la vista como quien habla entre sueños: como con la duda, con la prisa. Y salta de súbito, porque ya es evidente la indeterminación.

El manotazo indeterminado.
Esa culpa que viene de no sé dónde.

lunes, julio 07, 2008

3

Contra ese sentimiento oscuro de apartamiento que se lo va tragando todo parece no haber muchas opciones. Surge de inmediato la duda de si acaso los ojos o las orejas no pueden expandirse un poco más hacia aquel foso de acrobacias que se abre a lo largo de cuatro o cinco horizontes. Surge la duda de si acaso este abrir y cerrar en la percepción no es más que otro parágrafo en la novela del que camina respirando.

Lo cierto es que todo parece tan falso.

Sólo queda sostenerse en pie frente a los árboles, contemplando la madera como el depositario de una sabiduría que quizás nunca estuvo allí, o peor aún, que se cambia de sitio cada vez que nos ve avanzar hacia los bosques. Pues todo se reduce a movimientos. Piezas de una creación humana, valoraciones, convalescencias.

En el fondo he sido siempre como un pedazo de agua, una cáscara que se desmorona entera, una y otra vez, sobre sí misma. Un chorro, un flujo, una pequeña mancha que se diluye por el suelo. Es triste saber que la sencillez se nos destruye
. o nos obsesiona
. con aquello divino que hay en las grandes distancias.

sábado, julio 05, 2008

Yo hablo del presente como aquel que se adueñó de mi concepto de "palabra"
Lo que hizo fue derrotarme,
me habló del recuerdo casi como de un enemigo.

miércoles, julio 02, 2008

1

La escritura vendría siendo
ahora que el agua de las copas
se arrepiente con su convulsión neuronal
del choque producido en la arena,
en esta frase que dice "vértigo"
"altura"
desquicio
aquí la escritura es tan sólo
un empuje forzoso, una temeridad
hacia aquel suelo que es el sub-suelo
de cualquier almohada.

Incluso antes de la experiencia lisérgica
se habla como entre susurros
heliocéntricos
y se menciona esta fina conexión entre paredes,
las paredes que esconden un "detrás"
las paredes que en su ladrillez se aproximan como máscaras

y bailan despreocupadas
y discuten sus apellidos.

_____


2

El lenguaje tiende a sonar como una presentación
como una broma realmente mal hecha,
o digamos, mal planteada.
Porque desde el primer momento
en que a mi boca se le autoriza para avanzar a tientas por el frío
-aún sabiendo el daño, la pena, el tiempo que se gasta y la consulta de los cirujanos-
casi siempre termina por ser descubierto
el significado más próximo al "verdadero" significado
de este cruce señalético,
se alza el carácter de Aporema que, tras una breve pausa en la sinapsis, nos da a entender
que por más honesta que suene
esta "confesio peccatorum"
nunca será
más que un diagnóstico "en" el autismo.

Mas no se trata de una solitud que busca
anfibios en la montaña,
sino que descifra ecuaciones
de la densidad-límite,

es como una situación de pasmo
un televisor apagado
sin siquiera la posibilidad de un rostro.