lunes, agosto 31, 2009

Convivencia y políticas públicas

Voy a documentarme como si de eso se tratase la economía de los pueblos.
Voy a hacer de la ética algo tan raro y difícil que ni siquiera en el mejor de mis textos será posible encontrar compañía.
A medida que camino por la calle se va dibujando el mutuo sentir de los hombres.

miércoles, agosto 26, 2009

Volver a escribir y escucharse a uno mismo de nuevo. Como si se tratase de un matrimonio complicado, o más aún, de una relación como de hermanos o primos. Un incesto con lo que se escribe, pero puesto en términos higiénicos. Tal es la fraternidad o la familiaridad con lo que va y vuelve de una persona. Volver a escribir, o empezar derechamente, recién y por primera vez.

Hoy tuve dos ideas distintas en momentos distintos del día: la una versaba sobre el hablar solo, hacer monólogos o inventarlos rápidamente, grabarlos y escucharlos luego, el día siguiente o la semana siguiente. En el fondo, hacer como que se está alienado pero sin mentirse sobre el contenido efectivo de la conversación. Hacer como que da lo mismo el receptor, ignorar la mensajería en el lenguaje, no darle nada a nadie, ni a uno mismo siquiera. Hablar solo y grabar lo hablado. Escucharlo solo o con alguien, transcribirlo si es que vale la pena. Pero inventarse cosas uno, al fin y al cabo, darles importancia relativa, momentánea, fotográfica; la otra idea llegó con un par de horas de retraso, y tenía que ver con fotos. Más bien, imágenes en sentido amplio. Ponerlas acá o en otro lado y decir algo sobre el algo. Inventar cosas sobre otras cosas igual de inventadas. Ejercitar desde ya el sentido hermenéutico o algo por el estilo. Sacarme conejos del bolsillo, cocinar zapatos con sal, qué sé yo. Hacer que los gatos ladren.

De lo contrario, habría que mentir, jugar con "lo ficticio y lo falso", pero es que vengo huyendo hace rato de esa posibilidad. Quizás el error más grande en todo procedimiento es encontrar los errores mismos.