jueves, octubre 08, 2009

En el orden de las mentiras, la profundidad ocupa un lugar destacado. En el mundo, todo es pequeño. Las caídas libres, los vacíos oscuros, los espacios en blanco: todo, absolutamente todo queda refutado por detalles inexplicables. Hay moscas, por ejemplo, que ingresan por las ventanas. Hay sílabas que andan perdidas en el papel. Siempre hay una primera estrella en las noches. En realidad, esto no se puede seguir complementando con más ideas. Me sorprende en el sentido de lo infinitesimal, como si todo compromiso económico fuese igualmente inapropiado.

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