lunes, agosto 08, 2011

DEL INVIERNO AL INFINITO


Dentro de la posibilidad aplastante
            que significa un parque
frente a la severidad de un centro urbano
instalo yo mis márgenes actuales,
sabiendo siempre y de manera continua
que no se exceden los límites por mera diversión
   o afán de ciencia:
cabe hacerlo pues no queda otra.

Sea que yo fume aquí y ahora
sea que lo ajeno arda mucho
o que en definitiva queramos ser felices.
Dar a entender que no se calla por discreción solamente.
La fantasía que volando se aleja
y detrás de sí va dejando unos restos.

Por Dios qué frío tienen estas manos.
Queda refutada la plegaria.

2 comentarios:

Christian dijo...

frio frio frio, caliente caliente caliente

javiera valdivia dijo...

max sigo odiando el 18 con mi alma o espiritu lo que sea es odiable.


saludos desde la conchetumare del mundoo.