miércoles, junio 11, 2008

En algún momento aparecerá el entusiasmo
de pintarse las manos con un color
negro absoluto

Así, cuando nos despidamos del aire
o lo agarremos del cuello
sabremos perfectamente dónde y cuándo,
en este intento de competir palmo a palmo con el hambre
con sus procedimientos pulsionales,
dónde hemos puesto "nosotros" la firma y la autorización
de que se nos avise a última hora

que el aire, o sea, este conjunto limítrofe de brisas heladas
se va del mundo
dejando, sin embargo, una especie de escándalo
ahí donde antes se discutía el porvenir
de nuestra simbólica más privada

5 comentarios:

Sunyata dijo...

Quitarse todos los sentidos posibles para cuando se hable con ella no provoque ninguna wea de una vez por todas y poder subir tranquilo el cerro san Cristóbal a tomarse una caja de vino blanco

javiera dijo...

dificil

Dailhar dijo...

Si la firma no hace más que pedir perdón, no hace más que finalmente pedir perdón, entonces quizá la hora última esté antes que la hora del reloj, quizá nos coja de antemano con un garfio para dejarnos colgando sin saberlo ante la finitud de nuestros párpados.

ayer se sentó una mujer en mi pierna y yo le decía:
"por favor, entiéndeme".

terminé tomando a la orilla de un lago una botella de vodka, pensando en que el sol de una buena vez debería llevarme.

nomelaverborrees dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
nomelaverborrees dijo...

loco, se nace muerto
cualquier intento es en vano
cualquier aviso ya estaba echo.